Domingo 26 del Tiempo Ordinario

Domingo 26 del Tiempo Ordinario

A los fariseos de todos los tiempos el Señor les enseña lo mismo que a los discípulos sobre el uso de las riquezas.

Ricos que no trabajan y se dan grandes banquetes. Seguramente tales riquezas las trabajan los pobres, estos que son maltratados, excluidos y marginados, pobres que son obligados a vivir en la pobreza, desgastando su vida por el bienestar de otros.

Tantos pobres, mendigos, lisiados, llagados, tienen su lugar en la puerta del palacio del rico y siguen alimentándose de las sobras que caen de sus mesas.

En este tiempo hay muchos "epulones", es decir, comelones, glotones, que olvidan hasta su propia familia.

En este tiempo seguimos contemplando a muchos que viven como Lázaro, aferrados a la Providencia, sabiendo que los otros los han marginado y que sólo Dios es su ayuda.

Epulón y Lázaro, rico y mendigo, el primero es un glotón, el segundo rodeado de perros y tratado como un perro.

Y tú puedes ser uno de los cinco hermanos para quien va dirigido el mensaje del Evangelio, y no precisamente para estar esperando una película de terror, donde los zombis vienen a decirte algo que no vas a creer, sino para abrir la Biblia y el corazón, para oír la voz de Dios, que te invita a compartir la vida, con los más vulnerables, estos que te pueden llevar al gran banquete en el seno de Dios.

P. Deiby Sánchez
@pdeibysanchez

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