Domingo 25 del Tiempo Ordinario
Domingo 25 del Tiempo Ordinario
Hacer oración, plegarias, súplicas y acciones de gracias, y hasta allí vamos bien, pero eso de que en particular por los jefes de Estado y demás autoridades, ya comienza a hacer ruido.
¿Orar por quienes se les ha subido el cargo a la coronilla y nos aplastan?
Y tal parece que todo apunta a una necesidad para que podamos llevar una vida tranquila y en paz, una vida donde el sentido y el bien común no estén tras las rejas.
Tantas veces oramos por el líder pero ¿cuántas veces hemos pedido por su conversión? ¿Será que creemos que la salvación es solo para los que estamos aquí y no para los que están allá? ¿Acaso el deseo que Dios tiene de que todos se salven es solo una utopía?
La pedagogía del Señor nos pone ahora delante de un mal ejemplo basado en la astucia empleada para el manejo inmoral de las riquezas.
Este administrador infiel, como muchos de nosotros, se ha valido de su cargo, o de su servicio, o de su responsabilidad, para buscar el propio beneficio; y así también nosotros, nos sumergimos en el mundo de la injusticia y la explotación de los mas vulnerables.
Hacemos juicios del líder nacional, regional, municipal, y olvidamos que cada uno de nosotros también es un administrador, ciertamente en escalas distintas, y si no somos fieles en las cosas pequeñas, con qué moral vamos a aspirar administraciones mas grandes.
El Reino de Dios le pertenece a aquellos que renuncian a la ostentación, al egoísmo, a la acumulación compulsiva y se atreven a compartir.
Ojalá y que de la manera en que somos hábiles para las cosas de este mundo, lo seamos también para alcanzar el Reino prometido.
P. Deiby Sánchez
@pdeibysanchez
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