Domingo 14 del Tiempo Ordinario
Domingo 14 del Tiempo Ordinario
Jesús no se detiene, va de camino anunciando el Reino de Dios, un reino que está muy lejos del individualismo.
Jesús inicia un camino, pero sabe que su hora está cerca y la obra que ya comenzó no se puede detener. En el camino del anuncio del Reino, muchos han empezado a seguir sus huellas, pero para él eso no es suficiente, es necesario también trazar camino a otros.
Un seguidor de Cristo no sirve de "centro banquista", es necesario salir al campo y jugarse la vida entera, compartir la vida con los demás, sin rivalidad, es invitar a otros a la paz y a la fraternidad.
Las mejores jugadas se hacen en equipo, un discípulo de Cristo no puede ser promotor del individualismo. El testimonio creíble se da en la comunidad, se vive en fraternidad.
Evangelizar no es fácil, es una lucha constante, así ha sido en tiempo de Jesús y durante la historia hasta nosotros, es la misión que requiere de un buen entrenamiento y de asumir la regla del juego.
Sin dinero, ni morral, ni sandalias, lo más ligeros posibles, evitando apegos que nos terminen llevando a la banca a ser sólo espectadores.
Evitando la distracción de una fanáticada, que por un saludo y un autógrafo te puede hacer perder el juego; aquí lo que debe mover es el anuncio de una Buena Noticia, ya sea a quienes la quieran recibir y también a quienes la rechazan, a todos hay que decirles que el Reino de Dios esta cerca, total, sea como sea, el señor tenebroso, va estar enfadado buscando que termines derrotado.
P Deiby Sánchez
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