TÚ ME ENGAÑASTE, ¡OH YHVH! Y YO ME DEJÉ ENGAÑAR. TÚ ERAS MÁS FUERTE, Y ME VENCISTE

TÚ ME ENGAÑASTE, ¡OH YHVH! Y YO ME DEJÉ ENGAÑAR.
TÚ ERAS MÁS FUERTE, Y ME VENCISTE

Estas palabras del Profeta Jeremías, en las que expresa como se siente seducido, engañado por Dios, debido a que nunca imagino lo que le esperaba, mas aun, nunca fue advertido por Dios de lo que tendría que vivir en su misión profética, han resonado en muchos momentos de mi vida de formación hacia el Sacerdocio, pues quien se imagina aquello a lo que tendrá que enfrentarse, y mucho menos cuando se ingresa al seminario por simple curiosidad, donde eso de ser sacerdote no es una meta, solo era un “estar para ver que pasa”, y paso, pues Dios se las tenia guardadas, me invitaba a ser sacerdote y yo sin darme cuenta estaba aceptando la invitación, hasta que sucedió que todo se ponía como mas serio entonces decidí renunciar, alejarme, esconderme. Sacerdote yo? Nada que ver, eso es para otros.

Dios no se cansa nunca de llamar, el seguía allí, a mi puerta, insistiendo, pero no quería saber nada de su propuesta, y me sentía así como Jeremías, no quería ni pronunciar ni una sola palabra que viniera de Él, no quería hablar de él, lo único que quería era hacer como si él no estuviera presente en mi vida, sin embargo la imposición de Dios termina por vencer, se siente en el interior su palabra como un fuego que no se puede contener, tanto que es mejor no callarlo.

Como es duro luchar con un Tipo tan fuerte, y al que no sabes con que te va a salir cada vez, de verdad que fue una dura batalla, hasta que dio su golpe mas duro: “amor”, y sencillamente venció, y no quedo de otra que decirle: “esta bien, ya basta, ganaste, eres mas fuerte y me venciste”.

Fue entonces cuando regreso a la formación, para servir en una Iglesia particular con tanta necesidad de pastores, Amazonas, y con ella solo me queda seguir afirmando que Dios sigue seduciendo, sigue engañando, mas aun yo me dejo engañar, el es más fuerte…

Hoy quiero dar las gracias por quienes quizá no se le suele agradecer, y es que agradezco a Dios por todas aquellas personas que han sido pieza de tropiezo, quienes buscaron hacer algo para sacarme de este camino, fue genial compartir la lucha con ellos, pues esas dificultades simplemente dan fuerza, y claro cuando alguien tropieza lo lógico es que trastabille y caiga mas adelante, de verdad que agradezco a Dios por permitirme tan grandes luchas, luchas que se que no han terminado, que hay muchas aun por enfrentar, y con él vencer.

Doy gracias infinitas a Dios por tantos que han sido parte importante en mi camino de formación, pero de forma especial por mis primeros formadores, Marcos y Nelly, agradezco a Dios por tenerles, sus palabras, su testimonio, su entrega, su amistad, incluso agradezco a Dios por sus imperfecciones, sus equivocaciones, pues en ellas se manifiesta cuan humanos son,  ustedes han sabido guiarme trayéndome hasta Dios, gracias a Dios por el regalo de tenerles, gracias por darme a dos que de hermanos se convirtieron en amigos, Denison Higinio y Marcos Daniel, de pequeños peleábamos tanto, ahora en la distancia se les extraña, gracias por caminar a mi lado, su apoyo incondicional, gracias por las defensas en las dificultades, se les ama.

No soy de los que nombra un gentío para agradecer, por ello solo me detendré a mencionar a dos personas mas a quienes les debo mucho, dos personas que siempre han estado atentos, disponibles. Gracias Dios por el hombre que me ha enseñado a cultivar la fuerza, la valentía, la firmeza; y por la mujer que me ha enseñado la paciencia, la entrega, la amistad, el servicio. Mis abuelos Pedro y Asunción.

Dar gracias a Dios por todos y cada uno con quienes he compartido este camino, mi familia, mi parroquia de San Bartolomé, las unidades educativas “Monseñor Acevedo” y “Fermín Ruiz Velero”, la fundación “Pan de Vida”, los seminarios “Santo Tomas de Aquino” de la Diócesis de San Cristóbal, y “Nuestra Señora del Pilar” de la Diócesis de Barinas, la parroquia San Juan Bosco de San Félix de la Diócesis de Cuidad Guayana, a las Hnas. Lauritas, al Vicariato Apostólico de Puerto Ayacucho, la Iglesia en Amazonas; y a nuestro Obispo José Ángel Divasson, los seminaristas, sacerdotes, Comité Por Ordenación y a todos mis amigos.

No puedo olvidar a quienes Dios uso como instrumentos para que un día volviera a aceptar que el Loco de la Cruz me invitaba a esta locura, ser un continuador de su misión y colaborador en la construcción del Reino de los Cielos, mis amigos por la fe de Klan Pateando Calles, gracias muchachos, y no olviden que Jesús camina en nuestros zapatos, con Él somos millones una sola voz, conectados en red. Ey jóvenes, en el camino con Cristo, uno se va a encontrar un sin numero de personas que de seguro hasta se burlaran de lo que hacemos, de lo que decimos o de cómo vivimos la vida al estilo de Cristo, pues no les paren pelotas, hay que seguir echándole ganas y seguir adelante, lo mas kalida es como el mismo Dios hará en su momento que ellos se unan al klan… jejeje..!

Como siempre lo he dicho cuando me preguntan el por que quiero ser sacerdote, no soy yo el que quiere serlo, es Dios que quiere que yo lo sea, pues así como que voluntariamente no me hubiera ofrecido para ello, y sólo por la llamada divina lo aceptó: por eso hoy digo a mi Dios “Tú eres el mas fuerte, y me has vencido, ya no me pertenezco.”

Mi ministerio lo consagro a JHS, pan q se parte y se comparte y nos hace uno, por eso les invito esta noche, a las 07:00pm, aquí en el Templo de San Bartolomé, para q nos conectemos en red JHS por las vocaciones y por Venezuela.

Pbro. Deiby Sánchez