Todos Somos LLamados (Jornada de Oración en Familia por las vocaciones junto al Niño Peregrino)


Todos somos llamados
Niño Peregrino: Jornada de Oración por las vocaciones


Todos somos llamados, todos recibimos una vocación, toda vocación se fundamenta en Dios, es él quien tiene la iniciativa de llamarnos, nos ama y nos llama a la vida, y como lo dice el profeta Jeremías (1,5), elegidos antes de estar en el vientre materno y consagrados antes de nacer, pues para todos Dios tiene un proyecto que es necesario descubrir y ayudar a descubrir para hacerlo realidad; para ello es necesario estar dispuesto a responder al llamado del Señor, adquiriendo el compromiso de seguir sus huellas.

Toda respuesta es personal, libre, consciente, responsable y dinámica, nadie responde para quedarse esperando que acontezca algo sobrenatural, la respuesta ha de movernos a ponernos en camino, como gente de fe, dar pasos en la opción de vida, asumiendo con valentía la misión encomendada por el Espíritu Santo. Es tarea de todos la evangelización y la edificación del Reino de los cielos; para eso nos llama Dios, cada uno en su propia opción de vida, en el matrimonio, en el laicado, en la vida consagrada, en el sacerdocio ministerial, cada uno dando de sí mismo según su propia vocación.

Vamos a orar, hagámoslo en familia, en torno a la imagen del “Niño Peregrino” elevando nuestra oración a quien de todo proviene. Dios es Padre bueno que vela por sus hijos y escucha siempre su clamor, él sabe que “la mies es mucha” (Mt 9,38) vamos juntos a rogar que nos envíe trabajadores. Que sea el Espíritu Santo, señor y dador de vida, quien suscite en nuestra comunidad cristiana diversidad de dones y carismas para la edificación de la Iglesia (1Cor 12,4-7). Que juntos podamos seguir las huelas de Jesús, el enviado del Padre, quien a su vez llama y envía (Mc 3,14) a todos en la diversidad de servicios.

Orar por las vocaciones es mantener la mirada fija en Cristo, especialmente en la Eucaristía, con la confianza de que Él mismo y de su entrega divina, manan abundantemente, por la acción del Espíritu Santo, los gérmenes de vocación necesarios en cada momento para la vida y misión de la Iglesia. En íntima unión con Cristo, María no puede faltar en nuestra reflexión vocacional y en nuestra oración por las vocaciones. Es ella modelo de toda vocación, por su total apertura al proyecto de Dios en su vida, por su respuesta libre y generosa, por su fidelidad y perseverancia a su vocación, por su alegría en el servicio, por su íntima unión con Cristo (Lc 1, 38-56). Es también poderosa intercesora, que atenta a las necesidades de sus hijos, nos alcanza de su Hijo Jesús los dones de su amor, como en las bodas de Caná (Jn 2, 1-11).

La familia que hace oración, y muy particularmente por las vocaciones, que lee y medita la Palabra de Dios, que participa activamente en la Eucaristía, y que educa a sus miembros en el amor y la gratitud a Dios que invita a corresponderle con la vida en la caridad con el prójimo, que toma conciencia de que todos somos llamados a la santidad por diversos caminos, que contempla la posibilidad de que alguno de sus miembros pueda estar llamado a una vocación de especial consagración y que se abre con generosidad y alegría a la voluntad de Dios, es fiel a la llamada de Dios de ser mediación preciosa e insustituible para que sus hijos puedan descubrir su vocación personal, para que “tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10, 10).

Cada Domingo, al finalizar la Eucaristía, una familia adopta la imagen del “Niño Peregrino”, le lleva a su hogar, y cada noche reunidos en familia, y si se quiere en compañía de sus vecinos, se disponen a orar por las vocaciones. Comenzaran con el rezo del Santo Rosario, y a la luz de los misterios pedimos por los que el Señor ha llamado, por los que han dado una respuesta, y por los que seguirá llamando para algún servicio en la Iglesia. Al finalizar el rezo del Santo Rosario, se realiza la oración vocacional, una para cada día. El Domingo oramos por las Vocaciones, el lunes oramos por las familias, el martes oramos por la fidelidad de los esposos, el miércoles oramos por las vocaciones a la vida consagrada, el jueves oramos por las vocaciones al sacerdocio, el viernes oramos por todos los laicos, el sábado oramos por los jóvenes, y de nuevo el Domingo, regresamos a celebrar la Eucaristía, llevando la imagen del “Niño Peregrino” que será adoptado por otra familia.
Al entregar la imagen del “Niño Peregrino” la familia debe continuar su oración vocacional cada día, de esta manera, vamos sumando hasta ser una comunidad que en familia eleva una oración al Padre pidiendo por las vocaciones, conscientes de que “todos somos llamados” a evangelizar y a colaborar en la edificación del Reino de los Cielos.
P. Deiby Sánchez. 






ROSARIO VOCACIONAL
Misterios, peticiones y oración de San Juan Pablo II para el Rosario Vocacional

Señal de la cruz.
Ofrecimiento, intensiones particulares y/o familiares.
Acto de contrición.
Oración a la Virgen por las vocaciones.
Misterios del Rosario.
Un Padre Nuestro.
Diez Ave María.
Gloria.
Oración final.
Señal de la cruz.


ORACIÓN A LA VIRGEN POR LAS VOCACIONES
(Oración para todos los días)

"María, humilde sierva del Altísimo,
el Hijo que engendraste te ha hecho sierva de la humanidad.
Tu vida ha sido un servicio humilde y generoso:
has sido sierva de la Palabra cuando el Ángel
te anunció el proyecto divino de la salvación.
Has sido sierva del Hijo, dándole la vida
y permaneciendo abierta al misterio.
Has sido sierva de la Redención,
permaneciendo valientemente al pie de la Cruz,
junto al Siervo y Cordero sufriente,
que se inmolaba por nuestro amor.
Has sido sierva de la Iglesia, el día de Pentecostés
y con tu intercesión continúas generándola en cada creyente,
también en estos tiempos nuestro, difíciles y atormentados.
A ti, Joven Hija de Israel, que has conocido la turbación del corazón joven
ante la propuesta del Eterno,
dirijan su mirada con confianza los jóvenes del tercer milenio.
Hazlos capaces de aceptar la imitación de tu hijo
a hacer de la vida un don total para la gloria de Dios.
Hazles comprender que servir a Dios satisface al corazón,
y que sólo en el servicio de Dios y de su Reino
nos realizamos según el divino proyecto
y la vida llega a ser himno de gloria a la Santísima Trinidad.
Amén".
(San Juan Pablo II)



MISTERIOS GOZOSOS
(LUNES Y SÁBADOS)
1. La Anunciación del Ángel a la Virgen María y la Encarnación del Hijo de Dios. Pidamos a la Virgen que los jóvenes estén abiertos a la llamada de Dios y dispuestos a decirle Sí, como Ella.
2. La visitación de María a su prima Isabel. Oremos para que las personas consagradas sean signos de Jesucristo y Evangelio vivo en el servicio y amor al prójimo.
3. El nacimiento de Jesús en Belén. Oremos para que Jesús siga naciendo hoy en el corazón de los fieles, por la palabra y el testimonio de los sacerdotes.
4. La presentación del Niño Jesús en el Templo. Pidamos para que los padres acojan como un regalo de Dios, la posible vocación sacerdotal o consagrada de sus hijos.
5. El Niño Jesús perdido y hallado en el templo. Oremos a Dios, por intercesión de la Virgen, para que los seminaristas sean fieles a su vocación y se formen bien.







MISTERIOS LUMINOSOS
(JUEVES)
1. El Bautismo de Jesús en el Jordán. Oremos para que todos los cristianos vivamos la vocación a la santidad, como fruto de nuestro Bautismo.
2. Las bodas de Caná. Pidamos a María para que los esposos vivan fielmente su vocación matrimonial y hagan de su hogar una Iglesia doméstica.
3. La predicación de Jesús y la llamada a la conversión. Oremos para que no falten en la Iglesia sacerdotes que prediquen el Evangelio y administren el Sacramento del perdón.
4. La Transfiguración del Señor. Pidamos por la vida contemplativa, y para que todos los cristianos descubramos en la oración, la belleza del seguimiento de Jesús.
5. La Institución de la Eucaristía y del Sacerdocio ministerial en la Última Cena. Oremos por la santidad de los sacerdotes, para que imiten en su vida lo que realizan en la Eucaristía.

MISTERIOS DOLOROSOS
(MARTES Y VIERNES)
1. La oración de Jesús en el huerto de los Olivos. Pidamos para que busquemos siempre en nuestras vidas la voluntad de Dios con generosidad y fortaleza.
2. La flagelación del Señor. Pidamos por las personas consagradas que sufren persecución, por ser fieles testigos de Jesús en la palabra y en las obras.
3. La coronación de espinas. Oremos para que descubramos el rostro doliente de Cristo en los pobres y necesitados, y haya jóvenes que consagren la vida a su servicio.
4. Jesús con la Cruz a cuestas. Pidamos para que los jóvenes de hoy escuchen la llamada de Jesús a tomar la cruz de cada día y a seguirle.
5. La Muerte de Cristo en la cruz. Oremos para que Dios conceda una buena ancianidad y una santa muerte, a cuantos han entregado su vida al servicio del Evangelio.

MISTERIOS GLORIOSOS
(MIÉRCOLES Y DOMINGOS)
1. La Resurrección de Jesucristo. Pidamos a la Virgen que los sacerdotes y las personas consagradas, con su alegría y esperanza, den testimonio de Cristo resucitado.
2. La Ascensión del Señor al cielo. Oremos para que los jóvenes de hoy busquen el sentido de la vida y la verdadera felicidad, que es Dios revelado en Jesucristo.
3. La venida del Espíritu Santo. Pidamos a la Virgen que cuide de los que se preparan en los seminarios para ser apóstoles de su Hijo, y reciban con abundancia los dones del Espíritu Santo.
4. La Asunción de María al cielo en cuerpo y alma a los cielos. Roguemos a María que los sacerdotes y las personas consagradas, vivan con fidelidad y gozo la castidad consagrada.
5. La Coronación de María como Reina de todo lo creado. Pidamos a María para que todos los cristianos, laicos, sacerdotes y vida consagrada, colaboremos en la construcción del Reino de Dios, cada cual según su vocación.















ORACIÓN POR LAS VOCACIONES
(Domingo)
¡Oh, Jesús, Pastor Eterno de las almas!
Dígnate mirar con ojos de misericordia a esta porción de tu grey amada.

Señor, gemimos en la orfandad.
Danos vocaciones. Danos sacerdotes y religiosos santos.

Te lo pedimos por la intercesión de Santa María de Nazaret,
tu dulce y santa Madre.
¡Oh, Jesús, danos sacerdotes y almas consagradas, según tu corazón! Amén.


ORACIÓN POR LA FAMILIA
(Lunes)
¡Oh Dios de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra,
Padre, que eres Amor y Vida, haz que en cada familia humana sobre la tierra
se convierta, por medio de tu Hijo, Jesucristo, “nacido de mujer”,
y del Espíritu Santo, fuente de caridad divina, en verdadero santuario de la vida y del amor
para las generaciones porque siempre se renuevan.
Haz que tu gracia guie a los pensamientos y las obras de los esposos
hacia el bien de sus familias y de todas las familias del mundo.
Haz que las jóvenes generaciones encuentren en la familia un fuerte apoyo para su humanidad
y su crecimiento en la verdad y en el amor.
Haz que el amor, corroborado por la gracia del sacramento del matrimonio,
se demuestre más fuerte que cualquier debilidad y cualquier crisis, por las que a veces pasan nuestras familias.
Haz finalmente, te lo pedimos por intercesión de la Sagrada Familia de Nazaret,
que la Iglesia en todas las naciones de la tierra pueda cumplir fructíferamente
su misión en la familia y por medio de la familia.
Tú, que eres la Vida, la Verdad y el Amor,
en la unidad del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

ORACIÓN POR LA FIDELIDAD DE LOS ESPOSOS
(Martes)
Señor, Padre santo, Dios omnipotente y eterno,
te damos gracias y bendecimos tu santo Nombre:
tú has creado al hombre y a la mujer
para que el uno sea para del otro ayuda y apoyo.
Acuérdate hoy de nosotros.
Protégenos y concédenos que nuestro amor sea entrega y don,
a imagen de Cristo y de la Iglesia.
Ilumínanos y fortalécenos en la tarea de la formación de nuestros hijos,
para que sean auténticos cristianos y constructores esforzados de la ciudad terrena.
Haz que vivamos juntos largo tiempo, en alegría y paz,
para que nuestros corazones puedan elevar siempre hacia ti,
por medio de tu Hijo en el Espíritu Santo,
la alabanza y la acción de gracias. Amén.


ORACIÓN POR LAS VOCACIONES A LA VIDA CONSAGRADA
(Miércoles)
Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob,
Padre de Nuestro Señor Jesucristo y Padre nuestro,
acoge la oración que te dirigimos y ayúdanos a vivir apasionadamente
el don de la vocación.
Tú, Padre, que, en un designio gratuito de amor,
nos llamas por el Espíritu a buscar tu rostro, en la estabilidad o en la itinerancia,
haznos siempre portadores de tu memoria y que ella sea fuente de vida
en la soledad y en la fraternidad, de modo que podamos ser hoy reflejo de tu amor.
Cristo, Hijo del Dios vivo, tú, que casto, pobre y obediente,
has caminado por nuestras calles,
se nuestro compañero en el silencio y en la escucha:
conserva en nosotros la pertenencia filial y hazla fuente de amor.
Haz que vivamos el Evangelio del encuentro:
ayúdanos a humanizar la tierra y a crear fraternidad, que sepamos compartir la fatiga
de quien se ha cansado de buscar y la alegría de quien aún espera,
de quien busca y de quien mantiene viva la esperanza.
Espíritu Santo, Fuego que arde, ilumina nuestro camino en la Iglesia y en el mundo.
Concédenos la valentía de anunciar el Evangelio
y la alegría del servicio en la vida cotidiana.
Abre nuestro espíritu a la contemplación de la belleza.
Conserva en nosotros la gratuidad y la admiración por la creación;
haz que reconozcamos las maravillas que Tú realizas en cada viviente.
María, Madre del Verbo, vela sobre nuestra vida
de hombres y mujeres consagrados para que la alegría que recibimos de la Palabra
llene nuestra existencia, y tu invitación a hacer cuanto el Maestro dice,
nos transforme en agentes activos en el anuncio del Reino. Amén

ORACIÓN POR LAS VOCACIONES SACERDOTALES
(Jueves)
Oh Dios Todopoderoso y Eterno en tu inagotable amor has provisto ministros para tu Iglesia.
Concédenos en nuestros días excelentes y adecuados sacerdotes
para que sirvan y santifiquen a tu pueblo.
Inspira una respuesta generosa y valiente en los corazones de tu pueblo,
para así aumentar el número de ordenaciones sacerdotales.
Confirma y sostén a aquellos que se han comprometido a llevar a cabo la obra de Cristo, el Buen Pastor,
predicando el Evangelio y uniendo a tu santo pueblo en uno solo, en Cristo.
Esto te lo pedimos en el nombre de Cristo nuestro Señor. Amén.


ORACIÓN POR LAS VOCACIONES LAICALES
(Viernes)
Te damos gracias, Dios nuestro, por tu llamada del Bautismo a ser tu pueblo.
Te respondemos otra vez con nuestro "Sí".
Danos fidelidad para tu causa y para nuestra vocación.
Renueva con un espíritu de entusiasmo a todos los que se dedican al servicio de tu pueblo.
Da a nuestros jóvenes el deseo de dedicarse a este servicio en la vida religiosa,
en el sacerdocio, o como diáconos y ministros laicos.
Llena sus corazones con tu Espíritu de Sabiduría para que proclamen tu evangelio,
y den testimonio de tu presencia entre nosotros. Amén.

ORACIÓN POR LOS JÓVENES
(Sábado)
¡Señor! te pedimos por los todos los jóvenes del mundo,
Te pedimos que sean jóvenes con deseos de búsqueda;
con deseos de encontrar el sentido de sus vidas.
A los jóvenes Señor, tú los amaste siempre fueron tus preferidos; tus amigos;
los que compartieron tu mesa y su misma suerte.
Jóvenes que miraste con compasión y ternura; Jóvenes a quienes les dijiste: "A ti te digo; levántate".
Jóvenes a quienes preguntaste: ¡Qué quieres que haga por ti?
Jóvenes a quienes llamaste para ver donde vivías.
Jóvenes entusiastas que hoy están en peligro por todo lo que la sociedad les ofrece.
Jóvenes confundidos y presionados por lo que la sociedad exige;
Jóvenes con deseos de realizar sus sueños y jóvenes al borde de la muerte.
Jóvenes con una meta clara y jóvenes desorientados.
Señor Jesús, tú que los amas con un amor preferencia no permitas que se dejen llevar
por ideologías mezquinas y por los placeres del mundo.
Ayúdalos a descubrir lo más importante y esencial en la vida, en sus vidas.
Libéralos, Señor Jesús, de todos sus vicios, de sus inseguridades y temores
de sus fantasías que no les permite ver vivir y asumir la realidad en que viven.
Que descubran su tesoro escondido el que tú has puesto en cada uno de ellos.
Que puedan descubrir el sello del amor con que están impregnados sus corazones
Que descubran cada día que fueron creados para amar y ser amados.
Señor que puedan vencer todas sus dificultades
y puedan emprender caminos nuevos ayudando a construir un mundo distinto
con amor, fraternidad, solidaridad, justicia, paz.
Señor Jesús sabemos que nunca los dejarás solos;
sabemos que siempre, aunque no se den cuenta, aunque no perciban tu amor,
tu presencia, estás siempre caminando a su lado en medio de sus problemas y preocupaciones, alegrías y esperanzas; viviendo y luchando con cada uno.
Gracias Jesús; permíteles abrir su corazón para escucharte, para darte una respuesta
para acoger tu propuesta de seguirte y compartir contigo el servicio, la donación,
el amor, la capacidad de darse por los demás sin esperar nada a cambio.
Gracias Señor Jesús por ser Amigo, por enseñarnos a amar de tal forma
hasta dar la vida por los demás; hasta el extremo.
Gracias Señor Jesús, no dejes de llamar a los jóvenes ellos están dispuestos,
sólo llámalos, sigue tocando la puerta de sus corazones, ellos también te esperan. Bendícelos cada día. Amén

Referencias: http://www.vocacion.com / http://www.virgenperegrina.org / www.publicacionesclaretianas.com

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Apuntes de Teología: Libro Sapiencial: Eclesiástico o Sirácides

Apuntes de Teología: Ignacio de Antioquía

Apuntes de Teología: La escuela de Alejandría