Apuntes de Teología: El Matrimonio y la Santísima Trinidad
El
Matrimonio y la Santísima Trinidad
Con el transcurrir de los años el hombre con su afán de
conocer más y más ha querido comprender el origen del universo y el de su
propio ser y ya habiendo aceptado a Dios como el Creador de todo, siempre continúa
indagando para comprenderlo, sin embargo, Dios es infinito y no puede ser
comprendido por un ser finito como el ser humano. Por tanto, cualquier comparación
o relación que podemos hacer con Dios será limitada y quedará corta ante la majestuosidad,
la grandeza y la santidad de Dios. No obstante, tratamos de establecer una relación
entre el matrimonio y la Trinidad. Como nos narra el Genesis, ya en el
principio Dios quiso crear y fundar el matrimonio con Adán y Eva, encomendándoles
la gran misión de la procreación (Gen 1,28), y la respectiva educación de la
misma. También encontramos en este mismo libro de la Santa Biblia a otras
parejas que forman el matrimonio, como Abraham y Saray (Gen 12,5), Isaac y
Rebeca (Gen 24,67), y otros más que encontramos en todos los otros libros del
Antiguo Testamento.
Y en el Nuevo Testamento un episodio nos muestra a
Jesús exhortando sobre el matrimonio, cuando le dice a la samaritana “ve y
busca a tu marido” (Jn 4,16), y san Pablo dedica en su epístola a los corintios
todo un capítulo para hablar sobre el matrimonio, invitando a vivir la
fidelidad, la confianza y sobre todo el amor, basado en Dios, porque Dios es
amor (1Jn 4,8). Al hablar de Dios, ya sabemos que en él están tres personas
distintas, Padre, Hijo, Espíritu Santo, porque forman la unidad de Dios, que
sigue siendo uno sólo y recibe el nombre de Santísima Trinidad.
También en el matrimonio encontramos a dos seres
diferentes entre sí, pero que al decidir unirse y darse el uno al otro, forman
una unidad que se denomina matrimonio -una sola carne- y que a su vez formara
luego el tercer elemento o persona de esta unión que son los hijos, no como
sustitutos del amor de los dos, sino como fruto del mismo.
Por consiguiente, existe una relación reciproca entre
la Santísima Trinidad y el Matrimonio, o mejor dicho, con la familia. Para hacer
esta relación muchos teólogos han puesto en el Espíritu Santo la figura
femenina o materna comprendiéndolo como el gran amor que brinda a todos sus hijos,
entonces entendemos este gran amor entre el “Padre y el Hijo junto con el
Espíritu Santo, de esta manera debe ser el amor entre la familia, entre los
padres y de estos con los hijos.
Por tanto, la relación más relevante que encontramos
entre matrimonio y Santísima Trinidad, es el amor que los fundamenta y les da
vida. Claro está. “Dios es Amor” (1Jn 4.8) y es quien da vida a toda la
humanidad.
Apuntes de clases
de teología
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