Apuntes de Teología: Los Grados del Orden Sacerdotal
Los grados del Orden Sacerdotal
Como
dato primero, y hasta cierto punto fundamental, es conveniente recordar un
aspecto de la doctrina general de los sacramentos acerca de la institución divina,
y repetir que Jesucristo no determino en cada uno de los sacramentos los
elementos que afectan su administración, sino que dejó a la Iglesia la
capacidad de precisarlos en atención a las necesidades pastorales de los
distintos momentos.
El
Concilio Vaticano II respecto al Episcopado sostiene que permite comprobar que
en todos ellos el ministerio episcopal se fundamenta en la misión apostólica.
La
misma doctrina reaparece en el decreto Presbyterorum Ordinis; en el poemio, ya
se le encuentra formulada con estas palabras: “los presbiterios, por la ordenación
sagrada y por la misión que reciben de los obispos, son promovidos para servir
a Cristo Maestro, Sacerdote y Rey, de cuyo ministerio participan”.
El Sacramento del Orden fue
instituido por Jesús de forma indeterminada, sin precisar la materia y la forma
del mismo. Cualquier signo que emplee la Iglesia para conferir el Orden, bien
sea la entrega de los instrumentos o el más antiguo y apostólico de la imposición
de las manos y de expresar siempre la trasmisión de la misión, la delegación misionera.
El hecho de enviar la Iglesia en Nombre de Cristo, es donde radica por derecho
divino la Ordenación Sacerdotal.
La enseñanza del Concilio
Vaticano II refiere a que Dios consagra a los Presbíteros por medio del Obispo
para que, participando de manera especial del Sacerdocio de Cristo, actúen en
las celebraciones sagradas como ministros de Aquel que ejerce siempre por
nosotros su función sacerdotal en la liturgia por medio del Espíritu.
El decreto Presbyterorum Ordinis
enseña que Dios, el único Santo y Santificador quiso escoger como compañeros y
colaboradores suyos a hombres que estuvieran al servicio de la obra de santificación.
Apuntes de las clases de teología
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