Apuntes de Teología: La Jerarquía

LA JERARQUÍA

El estudio de la Jerarquía viene, además, en el marco de la Iglesia, después de haberla conocido como pueblo de Dios y cuerpo místico de Cristo, porque su razón de ser esta dentro del Pueblo de Dios y en servicio a él. En la Iglesia, lo primero y fundamental es ser miembro de ella por la incorporación a Cristo, formando parte del Cuerpo Místico y siendo miembro del Pueblo de Dios. Sólo después, podemos hablar de la jerarquía como autoridad puesta por Cristo al frente de la misma y al servicio de Dios.

La iglesia, como pueblo que es, es un pueblo que nace de Dios y que está estructurado según la misma voluntad de Cristo y tiene a su frente diversos ministerios que Cristo mismo instituyó para bien de todo el pueblo. Así se entiende la jerarquía de la iglesia: como un servicio que se ejerce siempre en nombre de Cristo y participando de su poder.

LG 18: “Para apacentar y engrandecer continuamente el pueblo de Dios, Cristo, el Señor, estableció en su Iglesia diversos ministerios dirigidos al bien de todo el cuerpo; los ministros dotados del poder sagrado, sirven a sus hermanos, para que cuantos pertenecen al pueblo de Dios lleguen a la salvación de manera libre y ordenada”.

Cristo eligió a los Apóstoles y al frente de ellos coloco a Pedro con el fin de que los confirmara en la fe. Los Apóstoles eligieron colaboradores suyos y les impusieron las manos, a fin de que la misión a ellos confiada continuara después de su muerte. Y confiaron a sus cooperadores inmediatos el encargo de acabar y consolidar la obra, por ellos encomendada (1Tm 5,22; 2Tm 2,2 y 6,4; Tt 1,5) de modo que el ministerio se perpetúe.

En el Evangelio según San Juan (20,21), Jesucristo, Pastor Eterno, edifico la Santa Iglesia, enviando a los Apóstoles de la misma manera que él había sido enviado por el Padre y quiso que sus sucesores, que son los obispos, fueran Apóstoles de su Iglesia hasta el fin de los tiempos (LG 18).

Los obispos, por una sucesión que surge desde el principio, conservan la sucesión de la semilla apostólica primera (LG 20). Estos hacen participes de su misión en un grado subordinado a los sacerdotes, “unidos con ellos en el honor del sacerdocio y en virtud del sacramento del Orden, han sido consagrados, como verdaderos sacerdotes del Nuevo Testamento según la imagen de Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote” (LG 28). También cabe mencionar a los diáconos, los cuales reciben la imposición de las manos no en orden al sacerdocio, sino en orden al ministerio (LG 29).

La estructura jerárquica es un poder sagrado que viene directamente de Cristo, sobre aquellos que, son puestos al frente de la comunidad para servirla en función de la palabra, en la vida de los sacramentos y en la dirección y ordenación de sus vidas; la triple función de enseñar, santificar y regir que Cristo concede a los Apóstoles.

Apuntes de las clases de teología.

Referencias: Concilio Vaticano II / José Antonio Salles, La Iglesia de Cristo.