Domingo III de cuaresma
Muchas veces hemos afirmado que Dios no nos escucha... Entonces el toma la palabra y nos dice que no solo escucha sino que ha visto el sufrimiento de su pueblo. Nosotros, nuevo pueblo de Dios, también vivimos en la esclavitud, sometidos a un Faraón, pero tenemos un Dios que cree y quiere la libertad para su pueblo. Moisés debió quitar las sandalias de sus pies para poder continuar pisando el lugar santo, ese monte sagrado, ahora bien, ¿qué debemos quitar de nuestra vida para poder continuar el camino y habitar en el lugar santo de Dios? Pedimos libertad para nuestro pueblo y hacemos campañas, organizamos jornadas o manifestaciones, elaboramos cadenas de oración, y todo para buscar la libertad de todo un pueblo, pero sin querer abandonar los faraones que nos esclavizan. Tal vez pensando en lo macro olvidamos la propia esclavitud, tal vez el método es al revés, como Moisés que se libró de sus sandalias para luego caminar con s...